¡Kitikaits!¡Kitikaits!¡Qui ti
caes! !Qué te caes! Y nos caímos una, dos, tres, cuatro…dejo de contar que
fueron muchas!!
¡Pero nos moló! A pesar de las
caídas, a pesar del riesgo de hipotermia, incluso a Kachenca, experto en esto
último, le moló.
Después de seis meses de
incertidumbre, tras haber abortado un viaje a Thailandia, apostamos por Tarifa
que era el nombre más parecido que encontramos en territorio nacional a aquel lejano
país exótico…
Lo importante era estar de nuevo juntos practicando algún deporte y sacando todo lo mejor de nuestro “carnet de idiota”. Ya sabéis, risas y buen rollo por doquier.
Y para allá que salimos tarifando en Semana Santa casi tod@s los Gorpis a excepción de Ele, Charlie y 51...Los echamos de menos... :(
De izquierda a derecha Kachenca, Pichón, 37, Gru y Morris |
De camino hicimos parada y fonda en la histórica ciudad de Trujillo.
Repasemos un poquito de Historia…!Qué nooooo! ¡Que Nuñez de Balboa no nació en Trujillo¡…¿Qué fue...?¿Quién fue? Ahí lo dejamos…!Alé! ¡A repasar! Nosotros ya lo sabemos. Eso es lo bueno de viajar, que viene el camarero listo del pueblo y te ilustra mientras que te pone en tu sitio tanto física como culturalmente…
Gru si hace deporte, hace deporte; si come, come y si duerme, duerme donde sea |
Ya en Tarifa, estábamos viendo la mar y la mar de dispuestos a escalar en la preciosa escuela de San Bartolo. Pero la mar pudo más y practicando un rito habitual goRpardo, de nuevo, cambiamos de plan y terminamos practicando Kitesurf…¡Kitikaits!¡Kitikaits!¡Qui ti caes! !Qué te caes!
Pichón y Morris dándolo todo con las cometas |
Tanto, tanto nos gustó que Gru y Pichón repitieron jornada tras el curso, dejando el pabellón GoRpardo tan alto como las cometas que bailaban al ritmo del Levante.
Pero ¡no se vayan todavía!¡Aún
hay más!...
Tiempo dio para disfrutar de la
escalada y San Bartolo resultó ser chiquitita pero matona. Vías de adherencia y
otras de cazos, nos permitieron “sufrir” de lo lindo. Por ahí se oyó algún: “¡Puto
Quinto!” con el que Pichón se alentaba así misma. También se oyó su ya
emblemático grito de guerra; un tierno y dulce “¡Uuuy!” que casi suspira cuando
resbala o muerde polvo de la roca.
Aquí Kachenca practicando su 7a + a vista |
Morris bailándose un V infernal |
37 haciéndose toda una con el entorno |
La Bella Pichón |
Pichón, Kachenca y Morris disfrutando de las vistas |
- Algunas noches en Tarifa las vimos teñidas de verde y no sabemos por qué porque se nos ha olvidado...
- El sustito que 37 se llevó cuando fue arrastrada por la corriente justo en la desembocadura de un río. Según cuenta, vio pasar su vida entera en cuestión de segundos.
- Estábamos tan cerca de África que casi podíamos tocarla y confundirnos con nuestros vecinos moro-marroquies:
Morris moro-marroquí |
!Ah! Por cierto, en donde se junta el océano y el mar no hay monstruos de marismas profundas, ni olas decomunales, ni "na de na". Pero hay un restaurante muy chulo donde bien merece la pena desayunar disfrutando de esta joya semimediterránea y casi del todo oceánica.
Kachenka y Morris muy a gustito tras el opíparo desayuno |
Las idílicas vistas desde el restaurante |
Estamos convencidos que Tarifa no tiene nada que envidiar a Thailandia en lo que a destino paradisíaco se refiere y, encima, lo tenemos bastante más cerca.
¡Bye, Bye Tarifa! Otro día saldremos tarifando para disfrutrar de ti y contigo y, a ser posible, de y con todos los GoRpardos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario