martes, 31 de marzo de 2020

LA ASUNCION DE 37. Segunda parte

Nuestra entrada La Asunción de 37. Primera parte terminaba con esta foto:


¿Que estaba viendo Ojazos que estaba provocando que los mismos se le salieran casi de las órbitas? Pues estaba contemplando las penurias con las que 37, de repente, se vió envuelta sin saber como, ni cuando, ni por qué.

Recordemos que 37 estaba viviendo uno de los momentos más angustiosos de su vida, ¡¡SOLA EN LA INMESIDAD DEL MAR!!, con un señor calvo al lado que ni sabía quien era.

En el código ético de los buceadores cuando un instructor se encuentra con un buzo solitario está obligado a asistirle. Y eso fue lo que pasó, que de la nada, apareció un instructor muy eficiente que se colocó enfrente de 37 y que tampoco se debió de percartar de la presencia del señor calvo que estaba a su lado.

El instructor comenzó a gesticular como si no hubiera un mañana con el fin de asistirla. Pero la única señal que 37 entendió fue la siguiente:


Del resto de señales no entendió nada de nada. Sus respuestas se limitaban a Ok y la imposibilidad de poder expresar verbalmente...¡ESTOY SOLA! ¡QUIERO A MI INSTRUCTORA, A MIS AMIGOS, A GUAPO! ¿TU QUIEN C*** ERES? Pero nada. No había manera de entenderse...

Entonces el instructor sacó una especie de libreta de papel antiagua y un boligrafo. Escribió algo y se lo colocó delante de sus narices. A ver ahora, ¿como le explicaba 37 a ese instructor tan eficiente que no ve un pijo en condiciones normales, así que allí abajo veía menos todavía?

37 empezó a dudar de la eficiencia de ese supuesto instructor. Así que comenzó a mirar a su alrededor y se dió cuenta de que estaba rodeada de buceadores. Con la mirada, buscó a alguien que le diera más seguridad, más confianza, con más aplomo, alguien con un aspecto de instructor experimentado y por fin, lo encontró. Encontró a su instructor o al menos eso creyó ella.  A continuación una foto de lo que 37 encontró:

Morris preguntando a 37 si estaba ok
Sí, era Morris.  Y esta era una de las primeras inmersiones de su vida. Todo un experto, vaya. 37 ni le identificó, ni tampoco pudo responder a su gesto porque, justo en ese momento, alguién le agarró del pescuezo y presionó con tanta fuerza su regulador que solo podía ver lo siguiente:


Porque si te aprietan el botón del medio del regulador, te enchufan un chute de oxígeno a lo bestia. Fue la forma en que el instructor eficiente se garantizaba que 37 no dejara de respirar mientras la ascendía reteniéndola, agarrada del cogote.

Y comenzó a ascender. Y todos ascendieron con ella cual ángeles rodeando a la Virgen María. Y ascendió y ascendió y ascendió hasta sacar la cabeza del agua. Y lo único que vió fue el cielo.

Y es justo de aquí de donde parte la leyenda de la Asunción de 37. Porque Ojazos, con todo lo que acababa de pasar, al contemplar esa escena tuvo una visión y vió algo parecido a esto:

Esto fue lo que Ojazos veía y hacía que se les salieran los propios de las órbitas:
En el medio 37, a su alrededor los buceadores que la rodeaban


Sin lugar a dudas, los GoRpardos comenzaban a convertirse en leyenda ya que nadie recordaba una inmersión tan desatrosa como esta.

Tras la ascensión, la instructora de 37 la esperaba en la superficie del mar. Con un simple: ¿Todo bien? y la escueta respuesta de 37: "Sí", dió la siguiente orden: "Pues, ale, para abajo". Y ambas descendieron como sí allí no hubiera pasado nada.

Y entonces, se recogieron imágenes tan bonitas como las siguientes:

De izquierda a derecha: Instructora, Guapo, Ojazos y Morris ya reunidos. 37 hacía la foto.











 LA INMERSIÓN DEL DÍA SIGUIENTE

Al día siguiente hubo otra inmersión. Está se desarrolló sin ningún tipo de contratiempo reseñable. Tan solo que, al principio, 37 andaba un poco aturdida debido a los acontecimientos del día anterior y cuando miraba  a los pececillos sólo podía ver esto:



Lo que le estaba pasando es que su confusión mental hizo que de un comentario de su instructora, su cerebro sólo procesara las palabras y no el orden de las mismas. 37 entendió que la instructora afirmaba: "Como meros bebes grandes", cuando,  en realidad, la frase original decía así: "Meros grandes como bebés".

Una vez que salió de su aturdimiento ya pudo visualizar un bonito mundo marino lleno de meros tan grandes como bebés y otros peces tan bellos como los siguientes:



EN LA PLAYA


Ya en la playa y tras pasar tantas emociones se pudieron recorger algunas imágenes un tanto lamentables:

Morris extenuado



Ojazos extenuada

Mientras, 37 y Guapo se seguían procesando un montón de atenciones mutuas:

Guapo y 37 haciéndose fotos y dedicándose un montón de atenciones


¡Y estas fueron las aventuras y desventuras de un fin de semana en Cabo de Palos que fue tan memorable que acabó convirtiéndose en...

¡¡La leyenda GoRparda!!
💥💥💥💥

Aquí os dejamos una foto de despedida de nuestros queridos protagonistas:


De izquierda a derecha: Morris, Guapo, 37 y Ojazos

Y LA VIDA CONTINUÓ


Tras este bárbaro fin de semana, Morris continuó su vida y al poco tiempo se casó con un Bellezón tal cual se cuenta en nuestra entrada "Cuchufest".

Ojazos continuó practicando este bello deporte hasta convertirse en experta buceadora y superar exitosamente las terribles corrientes que se encuentran en las aguas que bañan las islas de Indonesia.

37 y Guapo continuaron procesándose un motón de atenciones mutuas. Pero un día 37 se fue a Alicante y por otro capricho del destino, descubrió el dulce misterio de la vida... A partir de esa revelación dejó de procesar atenciones a Guapo y es por ello que a Guapo se le perdió la pista.

¡¡Ah!! ¡¡No nos olvidamos del señor calvo!! De él nunca más se supo si bien es cierto que desde la Asunción de 37, la pobre tiene un montón de pesadillas donde sueña, no sabe por qué, que se va con él a Costa Rica en un tortuoso viaje. 37 está yendo a un psicólogo para intentar superar este trauma.


NOTA DE LA AUTORA


Esta entrada y la anterior están escritas en el confinamiento de la primavera de 2020. La autora intenta que el mismo no se haga tan cuesta arriba y hace lo que cree ella mejor sabe hacer. Hacer sonreir. Si, además, arranca alguna que otra carcajada, entonces, se da más que satisfecha.

En la misma línea, Gru también intenta aderezar de sonrisas este confinamiento obligado y nos acaba de enviar el siguiente testimonio gráfico donde le encontramos practicando un baile un tanto "macabra" que se está haciendo viral en estos días:

 

Esperemos que el destino, tan caprichoso él, nos permita reencontrarnos prontito tanto a los GoRpardos como a sus invitados especiales y poder así seguir viviendo aventurillas de estos GoRpis tan simpáticos que nos dan tanto la vida.

Por el momento, os dejamos con la canción que acompañó a todos en este inolvidable fin de semana, (cortesía de Morris). A 37 le llegó muy dentro...Sus razones tenía...Esperemos que a vosotros os guste tanto como a ella...

Para los que olvidaron pulsar sobre el dulce misterio de la vida de 37, os damos una segunda oportunidad. Pincha aquí.














lunes, 30 de marzo de 2020

LA ASUNCIÓN DE 37. Primera parte


¿Os acordais de la canción que decía así?





Pues algo parecido os vamos a contar en esta entrada. Porque sí que es cierto que, ahora más que nunca, vamos viviendo muy despacio. Sí que es cierto que os vamos a contar algo. Lo que no tenemos del todo claro es que sea  mentira. Es más bien paranormal, al estilo de nuestra terrorífica aventura "Paranormal adventures".


 ¡¡Se trata nada más y nada menos que de la Asunción!! 



¡¡NOOOOOOO!!
¡Que no es la Asunción de la Virgen María!
 Se trata de otro fenómeno más extraordinario si cabe. Se trata de

¡¡La Asunción de 37!! 



Para los profanos: Asunción hace  alusión a la ascensión a los cielos de la Virgen María cuando su tarea en la Tierra concluyó. Y sí, habeis leído bien. 37 ascendió a los cielos con sus ángeles y todo como si de la propia Virgen María se tratara y eso que 37 de virgen ya no le queda ni el recuerdo...

Os puede sonar a cuento "chino" (💣💣💣💥), ¿verdad? Bueno, pues ya os aclaramos que esto no tiene nada ni de cuento ni de "chino" (💣💣💣💥). Además, hoy en día estamos comprobando que la realidad puede superar con creces la ficción y más si su procedencia es de China (💣💣💣💣💥).

Así que, sin más dilación, ¡Vamos al lío!

LA PROPUESTA


En esta ocasión, Morris y 37 fueron los elegidos para reforzar aún más la gran reputación GoRparda. Ya se había conseguido "La internacionalización GoRparda" pero es que, ahora, estábamos a las puertas de convertinos en leyenda.
 
Morris muy contento de su aportación a la incipiente leyenda GoRparda

Como ya explicamos en nuestra entrada "¿Quienes son los GoRpardos?", uno de los requisitos fundamentales para la admisión en nuestro tan selecto club, es ser politoxicómano deportivo, es decir, practicar varios deportes y asiduamente. En esta ocasión el deporte elegido fue el buceo y nuestro destino, Cabo de Palos, en la provincia española de Murcia. 

La iniciativa de convocatoria partió de nuestra invitada especial llamada Ojazos. Y como una imagen vale más que mil palabras, a continuación aportamos prueba gráfica que explica, con creces, el porqué de su apodo:

 


Y para allá que nos fuimos los tres sin saber aún lo que el destino, tan caprichoso él, nos deparaba...

¡Preparados ya con toalla, bikini y gafas de sol, para irnos de cabeza al mar!

LA ASUNCIÓN DE 37


Ya embarcados con rumbo al Parque Natural de Cabo de Palos, 37 cayó perdidamente enamorada de un Guapo que se encontró en el barco y que formaba parte de nuestra expedición.


De izquierda a derecha: Nuestra fantástica instructora, el Guapo que se encontró 37, 37, Morris y Ojazos

La primera inmersión consistió en un recordatorio. Hacía mucho tiempo que no buceábamos y se hacía necesario rememorar las técnicas básicas de emergencia para poder salir airosos ante imprevistos producidos en un medio, el ancho mar, que no es ni por asomo el habitual del ser humano.

La instructora dándo instrucciones a nosotr@s y a Guapo

Una vez rememoradas dichas técnicas, la instructora nos separó en parejas y 37 quedó encantada con su mitad. Le tocó el Guapo. Morris y Ojazos fueron la otra pareja.

Comenzó la inmersión y con ella los fenómenos paranomarles...

Los primeros en tocar fondo fueron Guapo y 37. Detrás deberían estar aproximándose Morris y Ojazos. Sin embargo, algo estaba ocurriendo porque de estos últimos no había ni rastro.

Lo que estaba pasando era que Morris y la instructora se habían girado para comprobar que Ojazos estaba detrás y descubrieron con asombro...¡¡que no estaba!!

En ese momento, la instructora le dió a Morris directrices para que se reuniera con nosotros y esperarla allí.

Morris confirmando a la instructora que había entendido sus directrices

Antes de ir al encuentro de Ojazos, la instructora se acercó a nosotros rauda y veloz y nos dió instrucciones de esperarla quietecitos allí también y salió zumbando al encuentro de Ojazos. Y fue justo en este momento cuando todo comenzó a liarse GoRparda.

Resulta que 37 no pudó percartarse ni de la instructora, ni de sus directrices porque se había quedado embelasada observando, justo enfrente de ella, lo siguiente:


¡Su aleta estaba flotando cual pececillo en el agua! 

En ese momento, 37 entró en pánico. Sin su aleta quizás no sobreviviera en ese medio tan hostil (💣💣💣💥)!!

Su única obsesión era recuperarla. Así que salió a su encuentro y la pilló al vuelo.

Para poder acoplarla convenientemente a su escarpín, no tuvo más remedio que apoyarse en un señor calvo que encontró por ahí. Sin pedirle permiso ni nada y más que nada porque no podía expresarse oralmente con él, se apoyó en su hombro y consiguió ajustarse fuertemente su aleta. Tanto se la ajustó que le salió un moratón pero de lo que estaba segura es que no se le iba a escapar otra vez.

Mientras tanto y en otro lugar del mar, Ojazos se había quedado paralizada debatiéndose consigo misma. Intentaba controlar con todas sus fuerzas una inoportuna ansiedad que, de repente, así sin más, se habia instalado en su mente justo en el momento de comenzar su inmersión. O la controlaba o salía echando leches hacia arriba.

Ojazos debatiéndose consigo misma

Mientras todo esto acontecía, 37 consiguió calmar su incipiente pánico tras recuperar su aleta. Una vez calmada, observó a su alrededor y descubrió con asombro que estaba...¡¡SOLA EN LA INMENSIDAD DEL MAR!! Lo único que atisbaba a ver era lo siguiente:


Muy bonito pero no era esto lo que 37 queria ver


¿Dónde estaba Guapo?¿Donde estaban Morris y Ojazos? Y lo que era más importante, ¿Dónde narices estaba su instructora?

El señor calvo seguía a su lado pero no sabía quien era. (No se ha podido recoger testimonio gráfico del señor calvo que acompañaba a 37 pero estar, estaba allí, a su lado).

En su cabeza comenzó a retumbar el dichoso fragmento de las bandas sonoras cuando llega el momento de más tensión de las películas. Una música similar a la siguiente:



Mientras que la angustía y soledad se apoderaban de la mente de 37, la instructora consiguió alcanzar a Ojazos. Con una sutileza estupenda y eficaz consiguió en un pispás calmarla y ambas reanudaron  tranquilamente la inmersión.

De repente, los ojos de Ojazos aumentaron su tamaño al doble de lo habitual tal como recoge la siguiente imagen:




¿Qué era lo que observaba con asombro y estupor nuestra invitada especial?¿un tesoro o un pecio?¿una ballena? o, algo más temido, quizás, ¿un tiburón?

Todas estás dudas serán aclaradas en la siguiente entrada GoRparda llamada "Asunción de 37. Segunda parte".


To be continued....

Y para que se os haga más amena la espera, os dejamos con un buzo que no necesita ni bombona, ni aletas, ni casi nada ...